Tercera puerta de entrada al Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio por su vertiente sur, en el norte del Pallars Jussà, la Vall Fosca nos regala paisajes de alta montaña, lagos, caminos, y pueblos para disfrutarlos los 365 días del año, acompañados de una historia ligada a la ganadería ya la luz.

En verano la Vall Fosca nos ofrece la aventura de acceder en teleférico a 2.200 m, en el único Parque Nacional de Cataluña, Aigüestortes y Lago de San Mauricio. Desde Estany Gento, punto de llegada del teleférico de la Vall Fosca, se pueden realizar diferentes tipos de caminatas, pensadas para todos los públicos como la vía verde del ferrocarril, un camino de 5 km sin desniveles que sigue la antigua vía del ferrocarril que servía para transportar material y trabajadores, y que pasa por pequeños túneles; el GR11 que enlaza la Vall Fosca con Espot y con el Valle de Boí, o rutas por los 32 lagos que forman esta impresionante zona del Parque Nacional.

Durante todo el año también se pueden descubrir los más de 100 km de caminos señalizados, que eran los antiguos caminos de herradura que unían los pueblos antes de que se construyera la carretera a principios del siglo XX.

Para conocer mejor la Vall Fosca es imprescindible hacer una parada en el Museo Hidroeléctrico de Capdella, que nos descubre y explica el paisaje de la zona de los estanques, las actuaciones que se llevaron a cabo para construir la central hace 102 años y los cambios que supuso para la gente del territorio (sistema educativo, ocio, comunicaciones, etc.). La visita del Museo incluye la exposición permanente, la visita del interior de la central que todavía está en funcionamiento, y del recinto exterior, donde se puede ver el antiguo funicular, las vías por donde subía, la forja, etc.

Comprar y saborear los productos de proximidad como el paté, el xolís o la carne ecológica en los comercios o en los restaurantes del Valle es también imprescindible. Pequeños placeres que hacen gran estancia en la Vall Fosca.