Hay personas que tienen mayor tendencia a ponerse enfermas o propensas a determinadas infecciones. Parece como si siempre les pasara a ellos, mientras los demás parecen inmunes.
¿Eres de los que siempre se resfrían? ¿Quieres saber por qué te ocurre? Vamos a explicarte cómo funciona y cómo reforzar el sistema inmunológico.
¿Qué es el sistema inmunológico y cómo funciona?
El sistema inmunitario o inmunológico es una compleja red de órganos, células y tejidos que ayudan a proteger tu cuerpo de infecciones y otras enfermedades.
La infección se produce cuando los gérmenes como bacterias, virus, parásitos, hongos, o sustancias extrañas y dañinas llamadas antígenos, invaden tu cuerpo, atacan y se multiplican. Cuando el sistema inmunitario reconoce estos gérmenes y ataca para combatirlos se produce la respuesta inmune produciendo anticuerpos.
Los anticuerpos son proteínas que actúan atacando, debilitando y destruyendo los antígenos. Después el sistema inmunitario recuerda el antígeno, y si vuelve a identificarlo, envía rápidamente los anticuerpos correctos, produciéndose la inmunidad.
A veces, una persona puede tener una respuesta inmune, aunque no exista una amenaza real. Esto puede provocar problemas como alergias, asma y enfermedades autoinmunes. Esto quiere decir que su sistema inmunológico ataca por error a las células sanas de su cuerpo.
Componentes del sistema inmunitario
El sistema inmunitario está formado por diferentes partes:
- La piel evita que los gérmenes se introduzcan en el cuerpo.
- Las membranas mucosas son revestimientos húmedos internos que atrapan y combaten los gérmenes.
- Los órganos y tejidos del sistema linfático (el bazo, el timo, la médula ósea, las amígdalas, los ganglios y los vasos linfáticos) producen, almacenan y transportan glóbulos blancos que luchan contra los gérmenes.
¿Cómo podemos reforzar nuestro sistema inmunológico?
Te damos 3 recomendaciones para reforzar el sistema inmunológico: a través de la alimentación (equilibrada, saludable y variada), de unos hábitos saludables (como realizar actividad física), mantener una buena hidratación y descansar correctamente.
Llevar una alimentación variada y saludable
A continuación, mostraremos algunos consejos nutricionales que te pueden ser de ayuda:
- Incorpora alimentos probióticos, ya que pueden mejorar y mantener el estado de la flora intestinal. Ejemplos: yogur natural, kéfir, entre otros.
- Los frutos secos también serán fundamentales para nuestro sistema inmune. Ejemplos: nueces, avellanas, almendras…
- Vitaminas: a través de las verduras y las frutas obtendremos vitaminas, que serán esenciales para aumentar las defensas de nuestro organismo. Es importante la variedad de verduras y frutas para conseguir diferentes nutrientes. Combina las verduras con recetas calientes como cremas, caldos, mezcladas con legumbres (lentejas, garbanzos, alubias…), etc.
- Evitar los productos ultraprocesados, debido a que no aportan mucho o nada a nivel nutricional y contienen compuestos nocivos para la salud. Evitar: bollería, cereales de desayuno azucarados, refrescos, chocolate blanco o con leche…
Come de manera tranquila, disfrutando de la comida y siendo consciente de las cantidades necesarias en cada momento que te aporten lo que necesitas.
Practicar ejercicio físico
Otro aspecto muy importante que debes tener en cuenta es que el ejercicio físico ayuda a que el sistema inmunitario funcione adecuadamente proporcionando un efecto antiinflamatorio. Debes realizarlo con regularidad, de manera moderada y dedicando como mínimo 20 o 30 minutos al día.
Tener hábitos saludables
Por último, es importante que tengas en cuenta dos hábitos fundamentales:
- Descansar correctamente durmiendo como mínimo 8 horas al día.
- Hidratarte de manera correcta bebiendo al menos 2 litros de agua al día.
Teniendo en cuenta todos estos consejos podrás reforzar tu sistema inmunológico y protegerte de gérmenes dañinos para tu organismo.