Con la llegada de las primeras olas de frío, llega también el momento del consumo de la hortaliza reina del Prat y del Delta del Llobregat. Se trata de la hortaliza alcachofa; Una planta perteneciente a la familia de las herbàcies- asteráceas, el género es Cynara. Ekke recomienda a todos sus socios y socias el consumo de la alcachofa, no sólo por ser una de las hortalizas más sabrosas y polivalente que hay en otoño- invierno, sino porque entre sus hojas se esconde todo un tesoro de vitaminas , minerales y antioxidantes, de los que destacan: el Magnesio, el potasio, el sodio, el Hierro, la Vitamina A, la Vitaminas B etc. Los innumerables beneficios que nos aporta el consumo de esta hortaliza, hacen de ella una verdura ideal para todo tipo de platos. Ya sea a la brasa, con arroz, o como base de recetas más sofisticadas. Razones por las que se sabe que ya era un producto muy popular desde la edad media.

Beneficios de la alcachofa:

Reduce los triglicéridos en sangre y combate el colesterol: reduciendo el malo y aumentando el HDL, el considerado como bueno. También es ideal para tratar enfermedades como la tensión alta y el reuma. Por otro lado, consumir alcachofa ayuda a regular el estreñimiento y realizar la digestión, ya que actúa como un suave laxante que estimula la función renal, eliminando toxinas y reduciendo la retención de líquidos. Por eso los expertos nutricionistas recomiendan su consumo, ya que sin lugar a dudas, es todo un regalo y aliado para la salud de nuestro organismo, para que de ella se aprovechan todas sus partes. Razón por la que es frecuente su uso en dietas, ya que sus fibras vegetales nos ayudan a controlar el apetito, aportándonos un extra de sensación de saciedad, lo que favorece la pérdida de peso.

Para incrementar el efecto saciante, los expertos recomiendan tomar 1 taza de té de alcachofa 30 minutos antes de cada comida.

 

Cómo tomar la alcachofa?

Actualmente la alcachofa se puede tomar en varios formatos: cápsulas, pastillas o cocinadas de la forma tradicional. Si deben ser cocidas, recuerda elegir aquella que tenga más peso y las yemas gruesas en tono verde claro, ya que son las más saludables. Y para cocinarlas, hay que limpiarlas y recortarlas un poco, tanto el tallo como la piel, así reduciremos el sabor amargo propio de la alcachofa.

 

Texto: Dina Nsé mitos.

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